Durante esta especial semana, en las tres secciones de nuestro colegio, se realizaron actos que permitieron meditar sobre los momentos y sufrimientos vividos por Jesús, desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz y posterior resurrección.
El Vía Crucis, que significa “camino de la cruz”, nos enseña lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos del pecado durante su pasión y muerte. Y, como ya es tradición en nuestro colegio, su recuerdo nos permite valorar y aumentar nuestra fe, acompañando al Señor Jesús con amor.
Invitamos a todas las familias de nuestra comunidad educativa a reflexionar durante estos días de Semana Santa. Ya que, tal como nos recuerda Su Santidad el Papa Francisco, “el sufrimiento de Jesús fue grande (…). Sufrió en el cuerpo: de las bofetadas a los golpes, de la flagelación a la corona de espinas, hasta llegar al suplicio de la cruz. Sufrió en el alma: la traición de Judas, las negaciones de Pedro, las condenas religiosas y civiles, las burlas de los guardias, los insultos bajo la cruz, el rechazo de muchos, el fracaso de todo, el abandono de los discípulos”.